Tenemos dos elementos principales que caracterizan nuestra marca: El primero son las plumas que acompañan el nombre de la marca (en ellas observamos una armonía generada por la combinación de los colores rojo y verde, que partiendo de una interpretación semiótica del caso representan, respectivamente, el vigor, la valentía, la atracción, la fuerza, y dado que está vinculado al fuego también representa el deseo, la energía, el calor y el placer); como marca buscamos diferenciarnos de nuestros competidores con estos elementos. En segundo lugar –no por eso menos importante–, y con una predominante carga estética, encontramos a la princesa de nuestra Línea Clásica, sus alas son un símbolo de libertad.